El día de hoy me encontré con un proyecto súper bonito, ¿Quieren saber de que se trata?
Yo soy una gran admiradora de trabajar con niños con algún tipo de discapacidad, la verdad son personas increíbles y llenas de amor, en verdad estoy muy agradecida por tener la oportunidad de convivir con ellos, y por si fuera poco, tener ayudantes que son angelitos con una colita.
Siempre se ha dicho que los animales de compañía son el mejor amigo del hombre. Pero si vamos más allá, algunos animales se pueden convertir en terapeutas re habilitadores y ¿por qué no?, también en asistentes para niños con discapacidad.
Numerosos estudios han demostrado que los sonidos emitidos por estos los delfines van más allá de la comunicación oral, penetran en nuestro sistema hasta lo más profundo de las conexiones neuronales, generando un cambio en ellas, ayudando así a crear de nuevas lo que comporta un cambio significativo a nivel físico por ejemplo en los niños con parálisis cerebral, los cuales llegan a notar cierta relajación neuromuscular que facilita y mejora la ejecución del movimiento.
La interacción con los perros para los niños con autismo significa una mejora de habilidades sociales aunque en un principio parezca lo contrario por la ausencia de la comunicación oral. Pero sin ir más lejos, el juego que puede hacer partícipe a un niño con autismo con un perro le ayuda en su base social, ya de por sí, reducida a consecuencias del síndrome de espectro autista. Animales como el perro o el caballo desprenden sentidos emocionales innatos como la emoción, alegría o la tristeza, estas habilidades sociales son carentes en estos niños, eso es lo que favorece la ejecución de estas terapias con animales para ellos.
De nuevo, aunque en este aspecto sea una terapia a nivel interelacional, para los niños carece de técnicas profesionales puesto que sólo se dan cuenta de que para ellos es un juego que en ocasiones les benefician emocionalmente. El inocente juego creado con el perro está generando un lazo de amistad que será vulnerable ante la mejora de sus habilidades sociales. Dicho de otro modo, el contacto y la interacción con el animal ayuda al niño con autismo a conocer emociones y en cierto grado a poderlas transmitir.
Pero los beneficios de los animales domésticos no quedan tan sólo en una posible rehabilitación física o cognitiva, sino que pueden favorecer la autonomía de los niños con alguna discapacidad física ya sea cerebral o neuromuscular, ejerciendo un perro de asistente personal, realizando actividades básicas como abrir una puerta o coger una llave las cuales no son operables por el niño con dependencia. De esa manera el perro, aparte de un agente rehabilitador, también se convierte en el amigo asistente del niño, mejorando una vez más la calidad de vida de los niños con discapacidad.
La verdad es que es un proyecto muy tierno, yo tengo una perrita en casa, y como experiencia personal, puedo decir que aunque se tenga o no una discapacidad, estos pequeños canes están llenos de amo y traen un montón de beneficios.
Mi meta en la vida es llegar a ser tan maravilloso como mi perro cree que soy.
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