Tuve miedo, tuve mucho miedo. Le temía al futuro, siempre dije que los cambios eran buenos, pero aun así les tenía miedo. A veces duele, y duele mucho dejar las cosas atrás, "quemar etapas" como se dice vulgarmente, pero no está mal, solo hay que aceptar que la vida es la vida, y que tarde o temprano a todos nos llega el momento de cambiar, de cambiar de aire, y de vivir, porque de eso se tratan los cambios, de vivir nuevas experiencias, de conocer gente nueva, de equivocarte en cosas nuevas, de crecer. Yo le tuve mucho miedo al cambio, tanto que llegue a sentirme vacío. Pero está bien, es todo parte de un proceso, porqué, ¿Sabes qué? Es bueno. Una vez que llega ese cambio, que cambias de aire, que cambias de ambiente, es ahí cuando te das cuenta que estás en el lugar correcto, que todo lo que pasaste, que todas las lágrimas, que todo el dolor y el vacío que sentiste es porque debías de hacerlo, debías derramarlas, debías sentirlo. Porque después de todo, todos los cambios